En España, la rabia es una enfermedad prácticamente erradicada entre los animales domésticos gracias a los estrictos controles de vacunación. Sin embargo, a pesar de la ausencia de casos locales en mascotas, seguimos vacunando a nuestros perros contra la rabia, y la razón es más importante de lo que podríamos pensar.
¿Qué es la rabia y por qué es tan peligrosa?
La rabia es una enfermedad viral que afecta el sistema nervioso de los mamíferos, incluida la especie humana. Una vez que aparecen los síntomas en una persona o animal infectado, la enfermedad es prácticamente mortal. La rabia se transmite a través de la saliva de animales infectados, comúnmente por mordeduras, y su prevención es la única defensa eficaz.
Aunque en España no se reportan casos de rabia en perros, no debemos olvidar que esta enfermedad sigue siendo un problema en muchos otros países. La globalización, los viajes internacionales y el comercio de animales exóticos pueden reintroducir fácilmente el virus en áreas donde antes no existía, lo que representa una amenaza constante.
¿Por qué seguimos vacunando contra la rabia en España?
A pesar de que en España no haya circulación activa del virus de la rabia en la fauna doméstica, la vacuna antirrábica sigue siendo obligatoria en varias comunidades autónomas por varias razones:
- Protección frente a la importación del virus: El movimiento de personas y animales a través de fronteras hace que siempre exista la posibilidad de que la rabia pueda ser reintroducida desde países donde la enfermedad sigue presente, como en ciertas áreas de África, Asia y América Latina. Un animal infectado podría fácilmente transmitir el virus si no está vacunado.
- Evitar situaciones de riesgo innecesarias: Si un perro sin vacunar mordiera a una persona, aunque no tenga rabia, esa persona tendría que recibir un tratamiento antirrábico preventivo, que puede ser doloroso, costoso y generar preocupación en la víctima. Además, el perro tendría que ser puesto en observación durante al menos un mes, con las consiguientes molestias para el propietario y el animal.
- La prevención siempre es más sencilla que la cura: Las vacunas antirrábicas son simples, efectivas y protegen no solo al animal, sino también a los humanos que conviven con él. La alternativa a la vacunación es mucho más complicada y peligrosa: en caso de sospecha de rabia, el tratamiento antirrábico para humanos debe comenzar inmediatamente tras la mordedura y el animal necesita ser controlado rigurosamente.
Un riesgo que no podemos asumir
A nivel global, la rabia sigue siendo una preocupación importante, y el hecho de que en España no haya casos reportados es precisamente resultado de las campañas de vacunación y control que llevamos a cabo desde hace décadas. Por tanto, dejar de vacunar a nuestros animales sería arriesgar todos los avances conseguidos.
Proteger a nuestras mascotas con la vacuna antirrábica no solo garantiza su salud, sino también la nuestra. Prevenir la rabia es una responsabilidad compartida y, aunque el riesgo parezca bajo, las consecuencias de una infección pueden ser devastadoras.
Por todo esto, la vacunación contra la rabia sigue siendo un pilar fundamental para garantizar la seguridad de nuestras comunidades y mantener el estatus de España como país libre de rabia en animales domésticos. ¡No lo dudes! Vacunar a tu perro es un acto de responsabilidad que protege a todos.