Con los cambios de estación, llegan inevitablemente los cambios de temperatura. Al igual que a nosotros nos afectan, los perros también experimentan efectos cuando se produce un cambio estacional. Aunque muchos de los síntomas pueden relacionarse con otras patologías, a continuación te contamos los efectos del cambio de temperatura en los perros tanto corporales como de conducta y ánimo.
Efectos del cambio de temperatura en los perros
Cambios en el estado del ánimo
Estos cambios suelen producirse en las estaciones del año con menos horas de luz solar. En otoño e invierno, con el incremento de la oscuridad diaria, pueden llegar a sufrir el denominado Síndrome Afectivo Estacional. Excesivo cansancio, pérdida del apetito y ansiedad son alguno de los síntomas.
Alergias
La humedad incrementa la aparición de alergias en la piel. El picor y la irritación de la piel son los síntomas más evidentes de la dermatitis provocada por una exposición prologada a la humedad en los meses de invierno y primavera.
Además, la humedad también puede provocar la aparición de hongos y bacterias en la piel
Parásitos y otros insectos
Durante la primavera y el verano las posibilidades de que las pulgas y garrapatas se alojen en el cuerpo de los perros aumentan. Por tanto, la limpieza de nuestro animal debe ser aún más minuciosa y es recomendable que se empleen productos desparasitantes.
La oruga procesionaria es otro insecto que aparece en primavera y puede poner en riesgo la salud de nuestro compañero peludo. Alergias y urticarias son los principales síntomas.
La muda de pelo
Todos los perros experimentan la muda de pelo dos veces al año -otoño y primavera-. Es un mecanismo que no se puede evitar y que es bueno para la salud del can. No obstante si la cantidad de pelo que se le cae es excesiva y no corresponde a un cambio de estación, puede deberse a otros motivos.
Problemas articulares
El descenso de las temperaturas incrementa los dolores producidos por la artrosis canina, aunque en todos los perros pueden producirse molestias.
Variación del apetito
Cuando comienza el verano, el apetito del animal disminuye debido a las altas temperaturas. En invierno, ocurre al contrario, el hambre se recupera, pues necesita aumentar la ingesta de calorías.