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Un parque canino podría pensarse que es el lugar perfecto para cualquier perro, pero ojo, porque aunque pueda parecer un sitio de entretenimiento y diversión, puede convertirse también en una pesadilla si no se tienen en cuenta una serie de puntos.

Consejos para ir al parque canino

Para las primeras visitas a un parque canino mejor elegir un horario en el que no haya aglomeración perruna: así podrás valorar y ver si tu can lo pasa bien y está a gusto. Si es un cachorrete, así no se verá acosado por demasiados canes al mismo tiempo.

No sueltes al perro nada mas llegar, el perro puede estar estresado. Un can demasiado excitado entrará al parque nervioso, y alguno de los que ya estén allí podría no tomarse bien eso.

No te despistes. Algunos dueños sueltan al perro y se distraen mirando el móvil o charlando con el resto de dueño de manera que no ven si su perro esta haciendo sus necesidades para recogerla o si necesitan ayuda o están acosando a otros perros del parque. Manten siempre un ojo pendiente de tu amigo.

Prestar atención al lenguaje, aunque tú conozcas el comportamiento de tu can puede haber algo que cambie la dinámica de un grupo perruno en cualquier momento. Y esto sucede naturalmente en los parques caninos, todos los días.  En esta ilustración de Lily Chin que es parte de una app (Dog Decoder) queda claro: el can perseguido lo está pasando mal. El otro ha entrado en modo «cazador».

No es bueno llevar juguete o chuches al parque canino. Es bastante común ver a algún propietario echarse la mano al bolsillo y sacar una pelota de tenis para tirársela a su perro. Es raro que el resto de los canes se queden quietos sin correr tras la bola. Así que, si se decide llevar una pelota al parque, hay que prever que casi todos los animales presentes correrán tras ella. Pero no solo eso. También hay que recordar que hay muchos canes que protegen mucho sus juguetes y podrían llegar a pelearse con el resto por ese balón. Igual pasa con la comida. Hay personas que acuden a estos parques con chucherías no solo para su propio perro sino para repartir al resto. Pero hay que tener cuidado. Si se quiere dar chucherías al can en un parque, hay que hacerlo siempre que se esté apartado del resto para evitar conflictos, y nunca alimentar a otro que no sea el propio, mucho menos sin preguntar antes.

Un perro abusón. Un perro abusón no tiene porqué ser agresivo, puede ser sencillamente «maleducado», perrunamente hablando: desconoce cómo relacionarse con otros canes en momentos de juego e ignora las señales de calma que le hacen. Se pasa de la raya. Puede ser por falta de socialización temprana o por cuestiones genéticas pero es un comportamiento que se puede (y se debe) reconducir. Dejar que los perros lo solucionen entre ellos, sin más, no es buena idea. Por lo que debes tenerlo en cuenta antes de acudir al parque canino.

Si tu perro esta sobreexcitado, la recomendación de Santi Vidal es evitar que el juego intenso dure más de 10-12 minutos: lo mejor es parar a los perros y darles tiempo para que se calmen un rato.

¿Cómo saber si tu perro se está pasando de la raya? Un consejo fácil: llámalo y que venga a tu lado y entonces mira a ver qué hacen los demás canes… si le buscan para seguir jugando, entonces estaban en la misma onda.

Resumiendo, recoge sus excrementos, estate atento al lenguaje corporal del animal, y si notas que tu perro lo esta pasando mal, es mejor que abandones el parque.

Perros jugando

Fuente: srperro.com